Descripción
El calentamiento de la Tierra —causado por la liberación de gases de efecto invernadero, principalmente dióxido de carbono— se genera del consumo de combustibles fósiles en las actividades humanas —industriales u otras—, problema que, junto con otros temas de esa misma índole —como la regulación de los productos y procesos biotecnológicos y de ingeniería genética— son muy relevantes y a la vez complejos para el mundo actual.
El problema político es que, para disminuir los niveles de emisión de carbono, se debe bajar la actividad económica, o bien sustituir combustibles tradicionales por otros; la primera cuestión contradice la elemental lógica de la economía mundial y la segunda, todavía resulta demasiado cara.
Desde un enfoque constructivista, este libro explica las divergencias de Estados Unidos y la Unión Europea respecto del cambio climático, ya que el primero no toma medidas preventivas hasta que se prueben los daños y sean cuantificables, ni acepta revisar su forma de vivir, producir y consumir; en tanto que Europa hace valer el principio precautorio y se dispone a tomar medidas a expensas de pérdidas económicas.
Este delicado asunto de política global divide fuertemente la opinión de dos actores principales que, por lo demás, presentan similitudes en cuanto a que son sistemas democráticos, economías avanzadas y expresiones máximas de la cultura occidental contemporánea.