Descripción
Así se expresó la Asamblea General de las Naciones Unidas, en 1959, en la Declaración de los Derechos del Niño, la primera resolución específica dedicada a la infancia tras el reconocimiento de sus derechos, en especial el derecho a cuidados y asistencia especiales proclamado en la Declaración Universal de Derechos Humanos. En ella ya se afirmaba que no debiera permitirse al niño trabajar antes de una edad mínima adecuada y que, en ningún caso, se permitiría que se dedicase a ocupación o empleo alguno que pudiera perjudicar su salud o su educación o impedir su desarrollo físico, mental o moral. Desde entonces, todos los instrumentos internacionales aprobados insisten en la necesidad de proporcionar al niño una protección especial.